Esto también es poesía
Tal vez no al nivel de Bécquer, o Machado, pero tiene su encanto, la recuerdo desde siempre, en fiestas y bodas (¿Por qué alguien tocaría esto en una boda ?já) la escuchaba en el radio, o con los vecinos, y la llegue a cantar con los camaradas, y hasta se la dedique a una chica, -ella sólo río- hoy por la mañana la volví a escuchar, y creo que Tito Mendoza era un cabrón, y se porque la Sonora es leyenda.
LUCES DE NUEVA YORK
Fue en un cabaret
Donde te encontré bailando,
Vendiendo tu amor
al mejor postor…
Soñando…
Y con sentimiento noble
yo te brinde como un hombre
mi destino y corazón
y pasado algún tiempo
pagaste mi noble gesto
con mentiras y traición…
Vuelve al cabaret
no me importa ya
tú suerte…
ya no quiero más
volverte a encontrar
ni verte…
Vuelve allí cabaretera
vuelve a ser lo que antes eras
en aquel pobre rincón,
ahí quemaron tus alas
mariposa equivocada
la luces de Nueva York…
Adiós…cabaretera…
adiós… adiós…
Nota: que pedo con esos trajes azules, pero lo que no tiene madre son esas bananas vestidas “bien alivianadas” meciéndose al unisonó.