Esto también es poesía

Tal vez no al nivel de Bécquer, o Machado, pero  tiene su encanto, la recuerdo desde siempre, en fiestas y bodas (¿Por qué alguien tocaría esto en una boda ?já) la escuchaba en el radio, o con los vecinos, y la llegue a cantar con los camaradas, y hasta se la dedique a una chica, -ella sólo río- hoy por la mañana la volví a escuchar, y creo que Tito Mendoza era un cabrón, y se porque la Sonora es leyenda.

LUCES DE NUEVA YORK

 

Fue en un cabaret

Donde te encontré bailando,

Vendiendo tu amor

al mejor postor…

Soñando…

 

Y con sentimiento noble

yo te brinde como un hombre

mi destino y corazón

y pasado algún tiempo

pagaste mi noble gesto

con mentiras y traición…

 

Vuelve al cabaret

no me importa ya

tú suerte…

ya no quiero más

volverte a encontrar

ni verte…

 

Vuelve allí cabaretera

vuelve a ser lo que antes eras

en aquel pobre rincón,

ahí quemaron tus alas

mariposa equivocada

la luces de Nueva York…

 

Adiós…cabaretera…

adiós… adiós…

 

Nota: que pedo con esos trajes azules, pero lo que no tiene madre son esas bananas vestidas “bien alivianadas” meciéndose al unisonó.

~ por kukulcan en 8 diciembre 2008.

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